El estudio es el resultado de un proceso de tres meses de duración, que incluyó entrevistas, encuestas, grupos focales y revisión documental sobre la situación de conflictividad en tres departamentos del país: Alta Verapaz, Huehuetenango y Quiché. Más de un centenar de personas colaboraron brindando opiniones, generando espacios de discusión y proporcionando bibliografía que permitiera llegar a las conclusiones sobre conflictividad que comparten en el documento.